La presión para regresar a su país a luchar contra los rusos angustia a los ucranianos en el exterior
KIEV.- En un momento en que Ucrania está desesperada por conseguir soldados para reforzar sus defensas, que se desmoronan ante la invasión rusa, las embajadas ucranianas han suspendido temporalme...
KIEV.- En un momento en que Ucrania está desesperada por conseguir soldados para reforzar sus defensas, que se desmoronan ante la invasión rusa, las embajadas ucranianas han suspendido temporalmente los servicios consulares para los hombres en edad de combatir, lo que supone una nueva presión para que vuelvan a casa a luchar.
La suspensión de los servicios a los ciudadanos, como la renovación de pasaportes, pretende ser un paso previo a una nueva ley de movilización que entrará en vigor el 18 de mayo. Exigirá a todos los hombres de entre 18 y 60 años que actualicen su información personal en una oficina de reclutamiento local en un plazo de 60 días.
La ley marcial, en vigor desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, prohíbe a los hombres de 18 a 60 años salir del país. Pero muchos hombres que temían ser enviados al frente han huido. Otros miles ya vivían en el extranjero. Ahora, todos ellos se enfrentan a la presión de las nuevas normas, que podrían restringir sus movimientos.
Oleksandr, un residente de Kiev de 42 años que ahora vive en Austria, afirma: “Todos sentimos como si nos hubieran movido el piso” y que “Ucrania ya no quiere apoyarnos”. Al igual que otros hombres entrevistados, Oleksandr accedió a hablar con la condición de que sólo se lo identificara por su nombre de pila porque temía ser condenado al exilio o enfrentarse a otras consecuencias.
Los partidarios de la ley de movilización afirman que los hombres que viven fuera de Ucrania -que podrían ser decenas de miles- no están apoyando suficientemente a su país en los momentos de mayor necesidad.
Las autoridades ucranianas insisten en que la ley de movilización añadirá “equidad” al servicio militar obligatorio, eliminando muchas excepciones y racionalizando el proceso de reclutamiento. También afirman que el gobierno necesita urgentemente información precisa sobre los ciudadanos que pueden optar al servicio militar.
En Ucrania, los hombres que proporcionen su información a una oficina de reclutamiento recibirán documentación, que luego deberán mostrar al realizar cualquier trámite oficial en Ucrania, como registrar un matrimonio u obtener una licencia de conducir. Quienes vivan en el extranjero necesitarán la misma documentación para recibir servicios consulares.
En una entrevista telefónica, Oleksandr, que reside en Austria desde antes de la invasión, dijo que se sentía perseguido, como si el gobierno ucraniano lo estuviera persiguiendo. “Se hizo como una medida de ‘vete al infierno’: ‘ahora te atraparemos, para hacerte sentir mal y castigarte’”, dijo.
“No tengo miedo de morir”, añadió Oleksandr. “Mi mayor temor es ser capturado y sufrir tortura”.
Otros hombres afectados por la nueva legislación expresaron un enojo similar. Y los requisitos de la ley de movilización están arrojando nueva luz sobre una brecha cada vez más profunda entre los hombres que han ido al frente y los que no, entre familias cuyos seres queridos están en riesgo todos los días y aquellos que viven seguros, en algunos casos a muchos miles de kilómetros de distancia.
Si tiene éxito, la ley de movilización podría proporcionar cientos de miles de nuevos soldados para el esfuerzo bélico: tropas que se necesitan desesperadamente para detener los recientes avances de Rusia, dicen funcionarios de Kiev.
“No habrá restricciones ni retorno forzado de ciudadanos ucranianos de cualquier género o edad a un país que está en guerra”, dijo la viceprimera ministra ucraniana Olha Stefanishyna en declaraciones publicadas por Deutsche Welle el martes. Pero añadió: “No hay soluciones fáciles para los problemas de la guerra, y no olvidemos que la guerra continúa y tenemos que ganarla”.
The Washington Post